In summary

Los planes del gobernador Gavin Newsom de expandir el preescolar gratuito y aumentar el apoyo para los proveedores de cuidado infantil podrían ser eliminados en la nueva economía del coronavirus.

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Incluso los californianos más pequeños no se salvan de la propuesta del gobernador de recortar el presupuesto diezmado por la pandemia de la COVID-19.

Los ambiciosos planes del gobernador Gavin Newsom para expandir la educación preescolar gratuita para los niños de familias con bajos ingresos y de aumentar el apoyo estatal para los proveedores de cuidado infantil están ahora en la guillotina. También propuso recortes en la financiación existente para la primera por lo que los defensores se preocupan de que pueda obligar a los proveedores de cuidado infantil a reducir la cantidad de niños que asisten, o incluso a cerrar sus negocios.

El presupuesto enfocado en la infancia que Newsom anunció en enero fue enmendado la semana pasada, mostrando recortes y eliminaciones por un total de más de mil millones de dólares para los programas de la primera infancia. Si se aprueban, las revisiones anularían los planes de crear 20,000 nuevas plazas preescolares y ofrecer más subsidios de cuidado infantil para las familias trabajadoras de bajos ingresos.

Las propuestas son un gran golpe para muchos californianos que creían haber encontrado a un aliado en educación para la primera infancia en Newson, también conocido como “Governor Dad.” Con cuatro niños pequeños, Newsom creó optimismo al dejar claro, desde el principio, que tenía interés y corazón por los pequeños niños.

“Se entiende lo difícil que es este presupuesto, pero la primera infancia y los niños deben ser los menos afectados,” dijo Ted Lempert, presidente de Children Now, una asociación sin fines de lucro de Oakland que se centra en la política relacionada con la juventud.

Los recortes serían “devastadores para las familias”, dijo, y potencialmente perjudicarán a muchos proveedores.

“Lo que me hace sentir optimista es que el gobernador entiende estos temas y los legisladores líderes lo entienden, y ahora es necesario ejercer presión”, dijo. “Por muy difícil que sea el presupuesto, debemos darle prioridad a los niños”.

California comenzó a dar financiación estatal a la educación preescolar en 1965 para niños de crianza y niños en riesgo. Eventualmente, la elegibilidad se amplió para incluir a todos los niños de familias de bajos ingresos. El cuidado infantil subvencionado por el estado funciona de manera muy similar, y se inició en 1997 para niños de familias trabajadoras de bajos ingresos que de otra manera no podían afrontar un cuidado de calidad.  

Sin embargo, solo un pequeño porcentaje de los niños en California que cumplen con los requisitos se benefician realmente. Por ejemplo, solo 1 de cada 9 niños elegibles para el cuidado infantil y la educación preescolar fueron inscritos en 2017 debido a la inadecuada financiación estatal y federal, según la investigación del Centro de Políticas y Presupuestos de California, que se centra en cómo las finanzas del estado afectan a los residentes de bajos ingresos.

Newsom se comprometió a intentar cerrar la brecha. Y entonces llegó la pandemia.

Hoy en día, casi todas estas iniciativas –como la expansión de $160 millones del preescolar–ya han sido retirados, y los gastos actuales serán disminuidos si se aprueba el presupuesto ajustado.  El presupuesto continúa destinando los fondos federales al cuidado infantil para los trabajadores esenciales y otros apoyos por COVID-19, como parte de la Ley CARES.

Los recortes propuestos también incluyen un 10% de reducción en la tarifa diaria que se paga en preescolar y un 10% de recorte en la financiación para los proveedores de cuidado infantil subsidiados. También elimina un plan para que más proveedores de cuidado infantil para padres de bajos ingresos reciban ayuda estatal en efectivo a través del programa de servicios sociales CalWORKs. Estas tres áreas representan ahorros de $421 millones, según la nueva propuesta de presupuesto.

Incluso el enorme plan de Newsom de crear un Departamento de Desarrollo de la Primera Infancia para supervisar todos los programas de cuidado infantil y de aprendizaje ha quedado en suspenso. En lugar de gastar $8.5 millones para la nueva agencia, el presupuesto revisado incluye $2 millones para trasladar estos programas al Departamento de Servicios Sociales.

“En California hemos hecho inversiones históricas en los últimos años”, explicó Newsom el 14 de mayo cuando anunció públicamente la revisión al presupuesto.   “Y ahora, vernos forzados a volver a una posición donde tenemos que hacer recortes me rompe el corazón, porque detrás de cada rubro hay una persona y un sueño.”

Los defensores dicen que entienden la necesidad de los recortes, pero argumentan que las ramificaciones a largo plazo no valen la pena, especialmente porque el cuidado infantil y el preescolar empiezan desde una posición ya debilitada.

“Antes de COVID, demasiados niños no tenían acceso al cuidado infantil y estábamos muy por detrás de lo que necesitábamos para el preescolar,” dijo Lempert. “Es por eso que estos recortes son desproporcionados, porque son los que más ayuda necesitan”.

No se trata solo de un ahorro inmediato de dinero, sino de una etapa crítica del desarrollo de los niños que establece los cimientos para el resto de sus vidas, dijo Steven Barnett, fundador y codirector principal del Instituto Nacional para la Educación Temprana.

“Se trata de las consecuencias a largo plazo que no parecen tenerse en cuenta, que los niños comenzarán la escuela menos preparados, que nuestras brechas de rendimiento se ampliarán, que nuestros adultos serán menos productivos,” dijo Barnett.

El cuidado infantil no se trata sólo de un lugar donde los niños pueden ir mientras los padres trabajan, señaló Patricia Lozano, directora ejecutiva de Early Edge California, una organización de política y defensa con sede en Los Ángeles que se centra en el aprendizaje temprano de los niños.

“Para los niños pequeños, esta es una oportunidad de reducir la brecha de rendimiento escolar,” explicó. “La educación puede cambiar su vida, y ahora estamos diciendo que vamos a reducirla”.

Los recortes propuestos por Newsom en el nuevo presupuesto estatal de $203 mil millones son considerados como un “desencadenante,” lo que significa que únicamente se producen si el gobierno federal no provee la ayuda para el presupuesto.

Si bien el proyecto de revisión del presupuesto mantiene el número de plazas subsidiadas de cuidado infantil, a los defensores les preocupa el efecto dominó. Si los proveedores de cuidado infantil o los preescolares no pueden mantenerse a flote, o deben reducir su tamaño, el impacto podría sentirse en las familias que actualmente están inscritas.

Los proveedores ya operan a un margen muy estrecho, con poco lugar para recortes de tarifas, dijo Mary Ignatius, organizadora a nivel estatal de Parent Voices, una organización de padres de California que se centra en obtener mayores subsidios en cuidado infantil para las familias.

“Si un padre tiene un subsidio o un vale de descuento, y ahora recortan el valor un 10 por ciento, los proveedores pueden decidir que no pueden permitirse el lujo de permanecer abiertos,” dijo. “Por lo tanto, un padre debe encontrar un nuevo proveedor en un mundo donde ya hay escasez de proveedores”.

“No se puede dejar a los niños en el siguiente lugar que esté abierto”.

Actualmente muchos centros y hogares de cuidado infantil están cerrados, en respuesta a la pandemia, y algunos de los proveedores que están abiertos dicen que no han visto niños en semanas. Los proveedores explicaron que han suspendido o despedido a sus empleados, y que analizan detenidamente las consecuencias, especialmente con las nuevas regulaciones de distanciamiento social y de desinfección.

Para Miren Algorri, quien dirige la guardería Little Blossoms Child Care en Chula Vista, el recorte del 10% de los pagos afectará la empresa que dirige desde hace más de dos décadas desde la casa.  Ella por lo general cuida aproximadamente 12 niños, desde bebés hasta niños en edad de primaria, todos pagados por el estado a través de programas de subsidios. Sin embargo, en las últimas tres semanas, la asistencia ha sido nula porque los padres están con los niños en casa o los padres han sido despedidos.

Algorri explicó probablemente limitará el número de niños que cuida y despedirá a su único empleado a tiempo completo. 

“No he dormido, tengo ojeras porque esos recortes significan que lo más probable es que la persona que ha sido mi mano derecha en los últimos 20 años ya no seguirá siendo mi asistente”, dijo. “No podré pagar un asistente para que me ayude a dar la mejor calidad de educación a los niños que ya son los menos privilegiados”.

En la región de San Diego, el estado paga $220.87 por semana para el cuidado a tiempo completo de niños de 2 a 5 años de edad, dijo Algorri. Eso está muy por debajo de la tarifa del mercado, en el que los padres que pagan de su bolsillo con frecuencia pagan el doble o más por semana.  

La reducción de una tarifa ya baja pone a los proveedores y a los padres al límite, señaló Algorri. Las familias las que sirve son de bajos ingresos, principalmente trabajadores de la industria de servicios en restaurantes.

“El cuidado infantil ayuda a la fuerza laboral a llegar al trabajo,” dijo ella. “Realmente necesitamos apoyo y realmente necesitamos que este nuevo presupuesto se centre en lo que importa y lo que más importa son los niños”.

Algunos defensores, proveedores y grupos de padres dicen que ellos tienen la intención de pronunciar su desacuerdo, y como mínimo mantener el pago y el apoyo que reciben actualmente.

Para algunos padres, los recortes podrían alterar su capacidad para seguir trabajando y continuar con el cuidado infantil.

Noni Galloway, madre de Oakland, trabaja desde su casa como especialista en recursos humanos mientras cuida a su hijo de 4 años. El proveedor de cuidado infantil para su hijo cerró en la misma semana que cerró la oficina de Galloway, y ella instaló la computadora portátil en su casa.

Ella paga de su bolsillo $50 por día, pero lleva varios años en la lista de espera de subsidios del estado. Si los proveedores pierden los fondos, el costo para los padres que pagan en forma privada como ella podría aumentar o los niños como su hijo podrían perder sus plazas debido a la reducción de personal o al cierre completo, dijo Galloway, miembro de Parent Voices.

Galloway dijo que le llevó un año completo encontrar un proveedor de cuidado infantil que le parecía seguro para dejar a su hijo y que su hijo lo adora – esa es una conexión que le parece fundamental.

“El cuidado infantil profesional de calidad que se ajuste a nuestros horarios es de suma importancia,” dijo. “Un proveedor de cuidado infantil no es como un negocio de automóviles donde dejas tu automóvil. Es mi bebé, es mi vida.

“Si no cuidamos a los proveedores tendremos un grave problema cuando volvamos a trabajar o cuando se reabra la economía”.

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Elizabeth Aguilera is an award-winning multimedia journalist who covers health and social services for CalMatters. She joined CalMatters in 2016 from Southern California Public Radio/KPCC 89.3 where she...