In summary
Un síndrome poco frecuente pero grave relacionado con el coronavirus está afectando a los niños de California, con casos que aumentan en todo el país. El descubrimiento llega cuando el estado se plantea la manera en que los niños pueden volver con seguridad a los ámbitos grupales.
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A pocas horas de llevar a su hijo adolescente a un hospital de Long Beach con una ardiente fiebre y un intenso sarpullido rojo que explotaba en todo su cuerpo, Marla Maxfield observó desesperadamente cómo lo trasladaban con rapidez a la unidad de cuidados intensivos.
“Estaba tan hinchado, parecía que su cara se había quemado con el sol, tenía las manos y los pies rojos, la lengua hinchada y los extremos totalmente rojos,” dijo Maxfield. “Era aterrador”.
Los médicos le diagnosticaron al hijo de 14 años de Maxfield el síndrome inflamatorio multisistémico, una nueva afección en los niños que ha sido relacionada con el coronavirus. Lo que comenzó el mes pasado como un dolor de garganta y fiebre baja—y que inicialmente se diagnosticó como faringitis estreptocócica— se convirtió en una emergencia médica a gran escala que requirió seis días en el hospital.
Justo cuando parecía que los niños estarían bien en la pandemia, esta nueva enfermedad relacionada está hospitalizando a una cantidad cada vez mayor de niños y jóvenes—primero en Nueva York, y ahora en California y en otros estados.
La mayoría de los niños que se infectan con coronavirus experimentan síntomas leves o no experimentan síntomas. Hasta hace poco tiempo, la mayor preocupación era que podían ser vectores o portadores del virus para los sectores más vulnerables de la población.
“Para la mayoría, los niños salían relativamente indemnes,” dijo el Dr. Irving Steinberg, profesor asociado de farmacia clínica y pediatría en la Escuela de Farmacia de la USC y la Escuela de Medicina Keck de la USC. “Por un lado, los niños parecían haberse salvado de las peores infecciones del coronavirus, pero podían ser portadores asintomáticos en su boca o en su nariz y representar un riesgo de contagio para los demás. Por lo tanto, los abuelos fueron separados de los nietos“.
“SU CUERPO RECIÉN HA LUCHADO EN UNA GUERRA Y NECESITA TIEMPO PARA CURARSE”.
Marla Maxfield, madre del condado de Orange.
Pero actualmente se informaron varios cientos de casos del nuevo síndrome inflamatorio en los Estados Unidos. Se caracteriza por la inflamación en todo el cuerpo, afectando los vasos sanguíneos y órganos, como el corazón o los pulmones, y podría causar un aneurisma coronario y un shock tóxico. Los expertos médicos dicen que podría tratarse de una respuesta hiperinflamatoria al haber tenido la infección del coronavirus varias semanas antes. La mayoría de los niños afectados han dado positivo en las pruebas de coronavirus, tienen anticuerpos de coronavirus o han estado cerca de un adulto con COVID-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Hasta ahora, el Departamento de Salud del estado ha confirmado menos de 11 casos en cada uno de los siguientes condados del sur de California: Los Ángeles, Orange y San Diego. CalMatters ha identificado al menos seis casos en Los Ángeles, uno en Long Beach y uno en el Condado de Orange. Valley Children’s Healthcare en Madera ha informado un caso más en Central Valley, y está siendo investigado – pero aparentemente no se refleja en las estadísticas del estado.
El descubrimiento del síndrome llega cuando en California se plantean cómo y cuándo los niños pueden regresar a los ámbitos grupales, como los centros de cuidado de niños, la escuela o los campamentos. Si bien los casos con síndrome inflamatorio aún son poco frecuentes, algunos temen que la cantidad aumente a medida que los chicos vuelvan a estar en contacto cercano y empiecen a tener coronavirus.
“Es uno de los tantos factores que habrá que tener en cuenta,” dijo Angela Rothermel, directora de las políticas para la primera infancia en Children Now, una organización de apoyo a las políticas públicas enfocada en los niños. “¿Cómo establecemos las políticas para la atención temprana y la educación de manera que los proveedores y los niños estén a salvo?”
Para los niños más pequeños, dijo Rothermel, se espera que el estado publique pronto orientación más detallada sobre el cuidado de niños—y ella espera que el síndrome sea un factor. Dijo que más allá de lo que publiquen, será necesario que den pautas claras y recursos, por ejemplo el costo de desinfección, equipo de protección personal y otras necesidades de seguridad.
“Está en manos del estado presentar las políticas y equipar a los proveedores para que los padres se sientan bien y seguros al mandar otra vez a sus niños a estos proveedores,” dijo. “Muchos de nosotros no podemos trabajar sin el cuidado de niños”.
El Departamento de Educación de California está observando atentamente la aparición del síndrome mientras decide cómo seguir adelante con la escuela, declaró en un correo electrónico el portavoz del departamento, Daniel Thigpen.
Dijo que no tenía detalles específicos, pero que la guía para la reapertura de las escuelas se publicaría pronto.
“Estamos trabajando con los funcionarios de salud pública para asegurar que estemos orientados por los últimos avances de la ciencia cuando apoyemos a nuestras escuelas en las próximas semanas y en los próximos meses ,” escribió.
En Nueva York, donde aparecieron los síntomas por primera vez en los Estados Unidos, se informaron 179 casos y tres muertes desde abril. Según los medios de comunicación, también han aparecido casos en más de otros 20 estados: Nueva Jersey con 26, Colorado con cuatro, Louisiana con 13—con una muerte incluida—y Florida, donde se han registrado siete casos.
La baja cantidad de casos representa un dilema tanto para los padres como para los responsables de la formulación de políticas, que se ven obligados a tomar decisiones acerca del regreso de los niños a los ámbitos grupales sin tener mucha información sobre el síndrome.
“Como madre, debo evaluar todo y no vivir con miedo – pero, al mismo tiempo, una siempre se pregunta si está tomando la decisión correcta,” dijo Rocío de la Torre-Gonzalez, que volvió a mandar a su hijo de 4 años al preescolar de medio día a mediados de mayo. “Se trata de un territorio inexplorado. Nunca estuvimos en una situación como esta. Podría ser una cuestión de vida o muerte”.
Desde marzo, su hijo se había quedado en casa durante los días en que Torre-Gonzalez trabajaba desde su casa y los otros días lo cuidaba su familia. La mamá de Whittier tiene un trabajo en el tribunal del condado y ha estado yendo allí cada dos días.
“Es preocupante, excepto que no tengo otra opción porque empezaré a trabajar a todo ritmo el 22 de junio,” dijo ella sobre el regreso al tribunal a tiempo completo cuando se abra completamente. “Estoy tomando todas las precauciones posibles.”
En mayo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades llamaron a la afección Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Niños, o MIS-C (previamente conocido como síndrome multisistémico pediátrico o PIMS). La agencia emitió una advertencia de salud el 14 de mayo y requiere que se informen todos los casos.

El 12 de mayo, cuando le preguntaron en una audiencia del congreso acerca del regreso de los niños a la escuela, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, mencionó el síndrome y dijo que todavía hay muchas incógnitas sobre el virus.
“Realmente lo mejor es que seamos cuidadosos, en particular en lo que se refiere a los niños, porque a medida que aprendemos más, vemos lo que este virus puede hacer”, declaró.
El síndrome se notificó por primera vez en el extranjero, incluyendo Italia y el Reino Unido. Un nuevo estudio en una cohorte pequeña de niños italianos publicada en la revista Lancet mostró que el síndrome probablemente estaría relacionado con el coronavirus.
“Todavía pienso que COVID-19 es relativamente poco común en los niños y considero que la manifestación de la enfermedad grave en niños es muy poco frecuente. Pero claramente parece que existe este grupo de niños que se enferman mucho por la infección de COVID-19,” dijo el Dr. Hayden Schwenk, profesor asociado clínico de enfermedades infecciosas pediátricas en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford.
Al 27 de mayo, los niños menores de 18 años representaban el 5.2% de todos los casos positivos de coronavirus en California, según el Departamento de Salud Pública.
Schwenk dijo que el síndrome no es contagioso porque parece ocurrir varias semanas después de que el niño pudo haber tenido la infección. Pero si más niños contraen el coronavirus, esos casos de posible respuesta inflamatoria posterior a la infección también pueden aumentar, dijo.
Los casos del nuevo síndrome comenzaron a aparecer en los Estados Unidos en abril. Al principio, los médicos consideraron que los casos tenían una enfermedad poco frecuente conocida como enfermedad de Kawasaki o similar a la de Kawasaki. Los niños estuvieron mostrando síntomas similares, por ejemplo fiebre prolongada, erupción e hinchazón de pies y manos.
Kawasaki es una afección poco frecuente que afecta a un poco más de 5,500 niños por año en los Estados Unidos. Se la considera como una hiperreacción a una infección que causa inflamación en todo el cuerpo, dijo la Dra. Jackie Szmuszkovicz, cardióloga pediátrica y especialista en la enfermedad de Kawasaki en Children’s Hospital Los Angeles. Kawasaki típicamente afecta a los niños menores de 6 años y puede causar la inflamación de las paredes arteriales, que impacta en el corazón y en otros órganos. Los médicos no saben cuál es la causa.
“SIEMPRE HABRÁ ALGUNOS NIÑOS QUE REACCIONEN DE MANERA DIFERENTE AL VIRUS O A UNA INFECCIÓN Y QUE TENGAN CONSECUENCIAS MÁS GRAVES”.
Dr. Negar Ashouri, médico de enfermedades infecciosas.
El aumento inusual de los casos de Kawasaki en abril en el Children’s Hospital Los Angeles avisó a los médicos que algo andaba mal, dijo Szmuszkovicz. Los médicos comenzaron a revisar los casos en busca de indicadores que muestren que en realidad se trata del nuevo síndrome relacionado con el coronavirus y a hacer pruebas de anticuerpos a los niños.
De los 21 casos de Kawasaki desde el 1 de abril, seis de ellos resultaron ser el síndrome inflamatorio en los que los niños dieron positivo para los anticuerpos del coronavirus. Los niños afectados tenían entre 6 meses y 8 años. Cinco de los niños mostraron síntomas similares a los de Kawasaki y uno experimentó un shock. Todos se recuperaron y se les dio el alta.
Los médicos continuarán evaluando a los niños identificados como pacientes con Kawasaki o con el síndrome para ver si desarrollan anticuerpos a través del tiempo.
“Nos damos cuenta de que estamos hablando de algo nuevo, que puede tener un amplio sistema de enfermedades”, dijo Szmuszkovicz. “Algunos niños están teniendo enfermedades muy graves, tan graves como un shock.”
El Children’s Hospital Orange County ha tenido hasta ahora un caso del síndrome y ha enviado cartas a los pacientes que recientemente tuvieron Kawasaki, explicando acerca del síndrome y pidiéndoles que se hagan pruebas de anticuerpos, dijo el Dr. Negar Ashouri, médico de enfermedades infecciosas en el hospital.
El niño, un preadolescente, estuvo en la unidad de cuidados intensivos durante un mes antes de volver a su casa en abril, dijo ella. Le hicieron la prueba del coronavirus y de los anticuerpos, pero ambas pruebas tuvieron resultados negativos.
Pero eso no significa que el síndrome no esté relacionado con la COVID-19, dijo Ashouri, al observar que las pruebas no son confiables y que todavía hay muchas incógnitas.
“Siempre habrá algunos niños que reaccionen de manera diferente al virus o a una infección y que tengan consecuencias más graves. Eso es algo que estamos aprendiendo a medida que vemos cómo avanza este virus,” dijo Ashouri.
Según Marla Maxfield y su hijo, esta pesadilla está lejos de haber terminado.
Maxfirled llevó a su hijo de su casa al hospital el lunes y está esperando los resultados de su prueba de anticuerpos del coronavirus.
El adolescente todavía tiene restos de las manchas rojas de la erupción, los nódulos linfáticos hinchados y está tomando aspirinas todos los días para evitar los coágulos de sangre. Los ecocardiogramas del hospital mostraron que su corazón no está dañado, pero todavía tiene dos pruebas de eco más en las próximas semanas para controlar su recuperación, dijo su mamá.
“No sé cuáles serán los efectos residuales,” dijo Maxfield. “Su cuerpo recién ha luchado en una guerra y necesita tiempo para curarse”.
Desde entonces, Maxfield se ha unido a un grupo de padres en los medios de comunicación social sobre el síndrome para compartir su experiencia con otros padres. Ella dijo que hizo todo lo posible para aislar a su familia y que todavía se pregunta cómo se enfermó su hijo. Ahora Maxfield quiere que otros padres sepan qué señales observar en sus propios hijos, y que busquen tratamiento lo antes posible.
“Soy muy afortunada y muy bendecida por haber llegado allí temprano,” Maxfield dijo entre lágrimas. “Es como tener un recién nacido de nuevo cuando tienes un ojo abierto todo el tiempo para asegurarte de que está vivo. Así es como estaré ahora, controlándolo toda la noche para asegurarme que esté bien”.
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