In summary
Trabajando con expertos de la UC de San Diego, hemos establecido normas para reabrir las escuelas de manera segura. Pero no podemos hacerlo solos, y las medidas son costosas.

Por Cindy Marten
Cindy Marten es la superintendente del Distrito Escolar Unificado de San Diego, cmarten@sandi.net.
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Lo que llama más la atención de la respuesta nacional ante la crisis por COVID-19 es que no haya ninguna respuesta. En un asunto tras otro, los estados y las autoridades locales se han visto obligados a valerse por sí mismos.
Para distritos escolares como San Diego Unified, eso ha significado establecer nuestras propias normas de salud y seguridad para proteger a nuestros estudiantes, personal y comunidad. El lunes anunciaremos los resultados de ese trabajo. Aprovechando algunas de las mejores mentes científicas en el campo, hemos trabajado con expertos de la Universidad de California, San Diego, para crear las normas para la reapertura de las escuelas de la manera más segura posible.
Dejando de lado el laberinto de las confusas y contradictorias normas publicadas por cada nivel del gobierno, hemos creado un claro mapa de carreteras para determinar la ruta a seguir. Muchos de los requisitos son bien conocidos – mascarillas, distanciamiento social y disponibilidad inmediata de pruebas.
Una cuestión que plantearon nuestros expertos y que en gran medida se ha pasado por alto en otros planes de reapertura es la importancia del aire limpio en los salones de clases. En conjunto, estoy segura de que nuestros colegas científicos han elaborado las normas de reapertura más completas disponibles para los sistemas escolares en este momento.
Estamos decididos a implementar estas nuevas normas. Este no debe ser otro estudio del gobierno que quede en un escritorio. Nuestros estudiantes necesitan volver a la escuela de la manera más rápida y segura posible. Estamos aportando la misma claridad de enfoque en la reapertura como lo hicimos al proporcionar cerca de 4 millones de comidas gratuitas desde el comienzo de la crisis, al distribuir más de 50,000 Chromebooks a estudiantes y al dar a los maestros más de 13,000 horas de desarrollo profesional. Incluso ahora estamos gastando millones en equipos de protección personal para proteger a nuestro personal cuando volvamos a abrir, y millones más para proteger a nuestros estudiantes y a sus familias.
A pesar de todos nuestros esfuerzos como distrito escolar, no podemos hacerlo solos. Las medidas descritas anteriormente no solo son necesarias, sino que son costosas. Un paquete de ayuda federal debe incluir ayuda directa a las escuelas para apoyar la implementación de las normas de salud y seguridad que sabemos que protegerán a nuestros estudiantes, profesores y personal.
La Ley CARES proporcionó $13 mil millones para apoyo directo a las escuelas, pero eso fue solo la mitad del 1% del total del paquete de $2.2 millones de millones. El consenso es que las escuelas necesitan más dinero y que esa cantidad debería estar más cerca de $345 mil millones que de $13 mil millones. Nuestro estado también necesitará fondos para evitar los retrasos de las escuelas, que superan los $5 mil millones para las escuelas y los $14 mil millones para el presupuesto total del estado.
La pandemia de COVID-19 sigue siendo el mayor desafío de adaptación que enfrentan nuestras escuelas. Si bien tenemos un plan para reabrir nuestras escuelas, todavía hay mucho que los expertos en salud desconocen sobre COVID-19. Como siguiente paso fundamental, los líderes federales deberían hacer lo siguiente:
● Dar una ayuda federal significativa para abrir completamente las escuelas. Esto debería comenzar con $345 mil millones para el Fondo de Estabilización de la Educación para asegurar que las escuelas se adapten de manera eficaz a los desafíos que impone la pandemia de COVID-19.
● Dedicar fondos para los gobiernos estatales y locales – no menos de $14 mil millones para California, para mitigar las reducciones en los ingresos. Estas reducciones de ingresos afectan a las escuelas, ya que dependemos de los fondos estatales para atender a nuestros estudiantes, especialmente a los de bajos ingresos, estudiantes de inglés y los jóvenes sin hogar y estudiantes de acogida.
● Dedicar fondos para apoyar a nuestros estudiantes más vulnerables, especialmente a nuestros estudiantes de Educación Especial y a aquellos de familias de bajos ingresos. El gobierno federal debe asignar al menos $13 mil millones a IDEA y $12 mil millones para Título I.
● Financiar totalmente a Impact Aid. Esto requerirá $800 millones para llenar el espacio vacío entre la financiación completa del programa Basic Support y el nivel apropiado de financiación para 2020. San Diego Unified atiende a más de 8,000 familias de militares. El programa Impact Aid es fundamental para ayudarnos a satisfacer las necesidades de las familias de militares, pero los fondos para el programa solo apoyan aproximadamente el 55% de la necesidad.
Felicito a la Legislatura y al gobernador por tomar medidas para ayudar a nuestras escuelas, pero la urgencia para que el Congreso y el presidente actúen es inmediata. No podemos dar nada por sentado en la economía de COVID-19. El tiempo se está agotando para llegar al año escolar 2020-21.
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