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Jesús Monge se ha desempeñado como jornalero desde que llegó a los Estados Unidos en 1981 desde El Salvador. En los últimos meses el jornalero de 71 años no ha podido trabajar porque los trabajos se han ido secando y porque su cuerpo ya casi no lo permite.
“Tengo muchos problemas de rodilla y uso un bastón para caminar”, dijo recientemente Monge mientras estaba en el centro de jornaleros del Centro de Recursos Centroamericanos en Los Ángeles conocido como CARECEN.
El jornalero, que es ciudadano estadounidense, recibe $900 al mes de sus beneficios del Seguro Social, pero dice que esta cantidad no cubre todos sus gastos. Paga casi $500 por una habitación que alquila y envía dinero a su esposa en El Salvador para sus gastos personales.
“Apenas puedo permitirme comprar comida y otras cosas para mí”, dijo Monge.
Ahora, la casa donde vive está en proceso de venta y debe encontrar otro lugar para vivir.
Un estudio de la UCLA indica que un adulto mayor en California necesita más del doble del salario mínimo para sobrevivir. Los latinos lideran esta situación.
“Estuve buscando pero las habitaciones son de $1,400 y más. Ya no sé a dónde ir”, dijo Monge. “Tengo miedo de quedarme en la calle.”
José Valladares, de 58 años, otro jornalero del centro de CARECEN, dijo que desde que comenzó la pandemia no ha podido encontrar ningún trabajo y que debido a la falta de un estatus legal en el país, no puede solicitar el desempleo.
Ha estado durmiendo en las calles durante meses.
“Mi situación es triste, pero con quién me quejo si no nos ayudan de todos modos”, dijo Valladares, quien ha sido un jornalero durante 35 años.
Antes de la pandemia, Valladares dijo que conseguía trabajo a menudo, pero desde que los negocios cerraron y la recesión golpeó, sus clientes dejaron de contratarlo.
“Me hablan para preguntarme cómo estoy, pero eso es todo. No me ofrecen trabajo”, explicó Valladares.
Está agradecido por su buena salud y que no ha sido infectado con COVID-19.
Pobreza entre la comunidad latina de adultos mayores
Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles indica que un adulto mayor en California necesita más del doble del salario mínimo para sobrevivir. Los latinos lideran esta situación.
Un adulto de más de 65 años que alquila una casa de una habitación en California necesita $27,816 por año, más del doble del nivel de pobreza federal de $12,490 por año, según el análisis
Al mismo tiempo, más californianos están envejeciendo. En 2016, la población de adultos mayores en California se estimaba en 5.5 millones, pero para 2060 se estima que alcanzará los 13.5 millones, según Ninez Ponce, director del Centro de Investigación de Políticas de Salud.
Steven Wallace, subdirector del centro de políticas de salud, criticó el uso de una medida federal de pobreza en un país tan grande y diverso como los Estados Unidos. La cifra de $12,490 para un solo adulto mayor “se aplica a todos los lugares, y no tiene en cuenta las diferencias en el costo de vida en las distintas zonas del país”, señaló Wallace.
El experto destacó la diferencia de costos. En Los Ángeles, por ejemplo, el alquiler medio de un apartamento de una habitación es de $1,956 y en San Francisco es de $2,720.
Mientras que el 35.9% de los latinos mayores de 65 años que viven solos tienen ingresos por debajo del umbral de pobreza, otro 31.5% tiene ingresos por encima de ese nivel, pero por debajo de otro indicador utilizado para California. En esa medida, un total del 67.4% de los adultos mayores latinos viven en la pobreza.
Esta cifra supera a los asiáticos con un 63.4%, a los afroamericanos con un 61.1% y a los blancos con un 40.6%.
A pesar del sombrío panorama económico, los jornaleros dudan en regresar a sus países de origen.
“En El Salvador hay mucha delincuencia y la gente piensa que porque uno va de los Estados Unidos tiene mucho dinero”, dijo Monge.
El estudio prescribe la capacitación laboral para aumentar los ingresos cuando los trabajadores siguen siendo productivos, ampliar la cobertura de las pensiones, aumentar la vivienda asequible y ampliar los servicios de Medi-Cal y Medicare, entre otras acciones.
Jacqueline García es periodista de La Opinión en Los Ángeles. Este artículo forma parte de The California Divide, una colaboración entre salas de redacción que examina la desigualdad de los ingresos y la supervivencia económica en California.
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