In summary

El gobernador Newsom y la Legislatura Estatal deberían desarrollar de inmediato un programa de apoyo para pequeñas empresas para aquellos negocios que necesitan más ayuda.

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Por Josh Reeves

Josh Reeves es fundador y director general de Gusto, jreeves@gusto.com.

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Pat Fong Kushida

Pat Fong Kushida es presidenta y directora general de la Cámara de Comercio de California y el Pacífico Asiático, patfongkushida@calasiancc.org.

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Julian Cañete

Julian Cañete es presidente y director general de la Cámara de Comercio Hispana de California, canetej@cahcc.com.

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Edwin Lombard, En Exclusiva Para CalMatters

Edwin Lombard es presidente y director general de la Cámara de Comercio Negra de California, edwin@calblackchamber.com.
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Casi la mitad de los californianos que laboran en el sector privado (7 millones de personas) trabajan en pequeñas empresas, las cuales constituyen el 99.8 % de los negocios de California. Lamentablemente, debido al COVID-19, este tipo de empresas están cerrando a un ritmo alarmante siendo aquellos negocios cuyos propietarios son indígenas, personas de color, mujeres o miembros de la comunidad negra los que están cerrando aún más rápido.

Muchas otras pequeñas empresas cerrarán en lo que esperamos a que el Congreso actúe. Es por eso que le solicitamos al gobernador Gavin Newsom y a la Legislatura que desarrollen inmediatamente un programa de apoyo a gran escala para pequeñas empresas para ayudar a los negocios que necesitan más apoyo. Esto puede realizarse en una sesión extraordinaria o en el presupuesto con una vía rápida de implementación. Lo más importante es que se lleve a cabo a la brevedad posible. 

Mientras California trabaja para controlar la pandemia, las pequeñas empresas se ven paralizadas por los cierres, las operaciones restringidas y la disminución de circulación. Hemos visto a muchas de nuestras pequeñas empresas de California navegar esta crisis con agilidad y creatividad. 

Sin embargo, estos negocios se enfrentan a nuevos retos: mientras que los ingresos han caído en picada, los costos operativos se han disparado. La gran mayoría de las pequeñas empresas han reanudado operaciones solo de manera parcial y muchas de estas no pueden operar por completo al aire libre, especialmente con la presencia de olas de calor sin precedente, apagones continuos e incendios forestales presentes a lo largo del estado. Muchos negocios han limitado el número de clientes que pueden atender a la vez; y por el lado financiero, las compañías ahora están obligadas a comprar nuevos equipos de seguridad y suministros extra de limpieza para servir a los pocos clientes que tienen.

Algunos negocios pudieron mantenerse a flote gracias al programa federal Programa de Protección de Pago (PPP). El informe de junio de Gusto sobre el impacto del PPP mostró que los préstamos del Programa de Protección de Pago fueron beneficiosos para las pequeñas empresas que sí los recibieron. El estudio encontró que las tasas de contratación y recontratación entre abril y junio fueron casi el doble para aquellos que recibieron el PPP en comparación con las empresas que no lo hicieron.

No obstante, si bien el Programa de Protección de Pago era un salvavidas para algunos negocios, millones quedaron fuera, en particular las empresas muy pequeñas y las empresas de minorías y mujeres. Menos del 2 % de los préstamos del PPP fueron a empresas cuyos propietarios son de la comunidad negra, 8 % a empresas de la asiática, el 7 % de la latina y 16 % a empresas de mujeres. Entre las empresas de propietarios miembros de la comunidad negra y latina, solo el 12 % informó haber recibido los fondos que solicitaron. El Programa de Protección de Pago fue particularmente un reto para propietarios únicos y más del 88 % de las empresas propiedad de minorías pertenecen a esa categoría. En California, el 82 % de las pequeñas empresas no cuentan con empleados y por lo tanto, fue poco probable que pudieran utilizar el Programa de Protección de Pagos.

Y son este tipo de pequeños negocios los que más lo necesitan. Las empresas cuyos propietarios son mujeres o miembros de las comunidades negra, latina y asiática tenían muchas más probabilidades de cerrar durante los primeros meses de la pandemia y de estar ubicadas en las zonas geográficas más afectadas.

Es hora de que Newsom y la Legislatura den un paso adelante y llenen el vacío que el programa federal Programa de Protección de Pago ha dejado. 

Instamos a los legisladores de California a que implementen una iniciativa a nivel estatal que siga el modelo del Programa de Protección de Pago (con mejoras) para proteger a nuestros pequeños negocios del fracaso. California debería dar prioridad a aquellos que quedaron fuera del programa federal, específicamente a las empresas propiedad de minorías, negocios de propietarios únicos y empresas con menos de 50 empleados.

Las pequeñas empresas son el pilar de nuestra economía y su supervivencia es vital para el éxito económico de comunidades y familias de todo el estado. Los pequeños negocios son aquellos que todos amamos: nuestros restaurantes favoritos del vecindario, salones de belleza, gimnasios, tiendas minoristas y más. En conjunto, estas empresas emplean a millones de californianos y necesitan ayuda para sobrevivir a esta crisis.


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