In summary
La mayoría de los condados, incluso aquellos con miles de casos de COVID-19, intentan contactar a todos los expuestos. Pero, siete de ellos solo se comunican con personas de alto riesgo, y uno ni siquiera eso.
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Veintiocho de los 38 condados de California con casos de COVID-19 informan que están tratando de investigar a todos los contagiados y rastrear a quienes han estado expuestos a ellos. Pero al menos siete condados no están haciendo eso, y uno está pidiendo a todos los contagiados que notifiquen a sus contactos por su cuenta.
Un análisis de CalMatters sobre el rastreo de contactos en California muestra que el alcance varía considerablemente de un condado a otro: desde ser completo hasta mínimo. El rastreo de contactos se considera una herramienta esencial para reducir la propagación de COVID-19 al notificar a las personas que han sido expuestas.
La mayoría de los 38 condados en la lista de vigilancia del estado, que incluye Los Ángeles, San Francisco, Fresno, Kern y San Diego, dijeron a CalMatters que están entrevistando a todas las personas contagiadas y que intentan – a menudo con éxito limitado – notificar a todos los que han estado expuestos.
Pero, siete condados (Orange, Riverside, Contra Costa, Santa Cruz, San Joaquín, Sacramento y Yolo) dijeron que están evaluando sus esfuerzos porque tienen muchos casos y pruebas atrasadas. En conjunto, esos condados tienen casi 100,000 residentes contagiados con el coronavirus.
Seis de esos siete condados no están entrevistando a todas las personas contagiadas, sino solo a las que se consideran de alto riesgo o que han dado positivo recientemente. Cuatro solo están notificando a algunos contactos de personas contagiadas, como los ancianos o las personas con problemas de salud.
Dos condados, Kings y Mendocino, no respondieron a las preguntas de CalMatters sobre su rastreo de contactos.
El condado de Merced es el que ha realizado menos rastreos: Desde finales de junio, su departamento de salud no ha notificado a los contactos excepto a los lugares de trabajo y a los proveedores de atención médica de la persona contagiada. En vez de eso, el condado solicita a todos los enfermos que informen a sus propios amigos y a otros que han estado expuestos a ellos.
El Condado de Orange también informa a la mayoría de los residentes contagiados que adviertan a sus propios contactos.
Lo que los condados de Merced y Orange están haciendo “no es en modo alguno rastreo de contactos”, dijo Perry Halkitis, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Rutgers y el principal investigador del programa de rastreo de contactos de Nueva Jersey.
Halkitis dijo que, si bien es una muestra de cortesía que las personas contagiadas informen a sus propios contactos, hacerlo no reemplaza recibir la notificación de parte de personal capacitado.
Los rastreadores de contacto locales son como los detectives del coronavirus: Entrevistan a las personas contagiadas para recopilar los nombres de amigos, parientes y otras personas que han estado a menos de seis pies de ellos durante más de 15 minutos. Luego solicitan sus números de teléfono y correos electrónicos, y les aconsejan que se hagan la prueba.
Según las órdenes del gobierno de Newsom, los condados tienen la obligación de investigar los casos positivos y luego rastrear y notificar a sus contactos cuando reabran los negocios. Pero como los contagios aumentan y los condados están abrumados, los funcionarios del estado no están tomando medidas enérgicas o diciéndoles que mejoren su rastreo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que entre los “principios básicos” que “siempre deben cumplirse” en la lucha contra los brotes de COVID-19 están “trabajar con un paciente para ayudarle a recordar a todos” los que han estado a su alrededor y luego “avisar a esas personas que podrían haber estado expuestas a la enfermedad”.
Sin embargo, siete condados dijeron a CalMatters que no están tratando de informar a los contactos de todas las personas contagiadas porque sus recursos son escasos. Sus labores también se ven obstaculizadas por los retrasos de una semana o más en los resultados de las pruebas del virus, lo que significa que están notificando a la gente demasiado tarde.
“Incluso un programa de rastreo de contactos muy sólido en cada uno de los condados tendrá dificultades para contactar a todos los casos”, dada la tasa de transmisión, expresó el Dr. Mark Ghaly, secretario de salud y servicios humanos del estado.
Qué están haciendo los condados
La lista de vigilancia del estado, la que ascendió a 38 el martes y crece semanalmente, contiene condados en los que los casos y las hospitalizaciones exceden los valores de referencia del estado.
A pesar de ser el más poblado del país, el condado de Los Ángeles está tratando de rastrear los contactos de todos los contagiados. Desde abril, sus rastreadores han entrevistado a 110,000 personas contagiadas y 38,000 contactos cercanos, según el tablero del condado.
El condado informa de que ha contactado a prácticamente todos los casos positivos y a alrededor del 80% de los contactos que proporcionaron los contagiados. Pero solo dos tercios completan el proceso de entrevista, así que el condado ofrece tarjetas de regalo de 20 dólares a quienes lo hagan.
Pedirle a la gente que notifique a sus propios contactos es una herramienta “novedosa e importante”.
MARK GHALY, SECRETARIO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS
El condado de San Francisco, con más de 6,000 casos confirmados, también está intentando notificar a todas las personas contagiadas y a sus contactos. Según su tablero, San Francisco está contactando al 81% de los casos y al 84% de los contactos.
Glenn, un condado rural en el Valle de Sacramento, tiene una población de unos 28,000 habitantes y 280 casos de coronavirus. Un portavoz indicó que gracias a sus 15 investigadores de casos y rastreadores de contacto pueden contactar a todos los casos y contactos cercanos.
San Francisco, Glenn y al menos otros 22 condados de California están cumpliendo con el requisito que acordaron cumplirían antes de poder reabrir: 15 rastreadores de contacto por cada 100,000 residentes, según un análisis de los acuerdos condales realizado por CalMatters.
Sin embargo, al menos 11 condados no han cumplido con el requisito de los rastreadores, entre ellos los condados de Merced, Fresno, Orange, Sacramento y Santa Clara.
Ghaly indicó que en mayo los condados tenían que demostrar que contaban con planes factibles por desarrollar. “Esta era una oportunidad de prepararse en torno al rastreo de contactos, no necesariamente para tenerlo todo listo”, indicó. El estado dice que tiene unos 10,000 rastreadores dispuestos a ayudar a los condados, pero a muchos no se los ha asignado a sus funciones.
Sin embargo, algunos condados todavía no cumplen con esos requisitos.
El Condado de Orange necesita 477 rastreadores de contactos para cumplir con su requisito, según el acuerdo del mes de mayo, pero en la actualidad solo cuenta con 182. Jessica Good, una portavoz de la Agencia de Salud del Condado de Orange, indicó que los funcionarios del estado están al tanto de esa situación.
Con 34,833 casos de coronavirus, el Condado de Orange “con frecuencia” depende de que las personas contagiadas se comuniquen con sus propios contactos, dijo Mark Meulman, director en funciones de los Servicios de Salud Pública. Indicó, además, que el Condado de Orange se está enfocando en notificar a los contactos del trabajo y del hogar, y usualmente le solicita a la persona contagiada que informe a otros fuera de su hogar.
La actual “dotación de personal no es suficiente para seguirle el paso a la velocidad actual de transmisión de la enfermedad”, añadió Good. La semana pasada se contrató a un agente externo para que brindara ayuda.
Los otros tres condados que han adoptado un rastreo parcial y específico dijeron que solo informan a los contactos que consideran de alto riesgo, como los mayores de 65 años.
Halkitis de Rutgers dijo que le preocupa que los funcionarios de salud estén usando una serie de factores para determinar quién es “de alto riesgo”.
Es como “estar midiendo una misma habitación con veinte reglas diferentes”, dijo. Para que funcione el rastreo de contactos, añadió, se tiene que hacer de manera uniforme.
Pero cuando se le preguntó sobre los trabajos limitados que realizan algunos condados, Ghaly indicó que contactar solo a las personas de alto riesgo es un enfoque prudente cuando los recursos son limitados, y pedir a las personas que notifiquen a sus propios contactos es una herramienta “novedosa e importante” porque podría significar que más personas se hagan la prueba y se pongan en cuarentena.
Carolyn Cannuscio, epidemióloga de la Universidad de Pensilvania, dijo que el rastreo de contactos no es tan efectivo cuando se retrasan las pruebas, por lo que entiende el dilema en el que se hallan los condados. Alguien que se hizo la prueba hace 10 días ya expuso a muchas personas.
“Deberíamos pensar en el rastreo de contactos como un componente más de toda una gama o conjunto de actividades de prevención”, dijo. Cuando falla un elemento del conjunto, agregó, el sistema deja de ser tan efectivo en su totalidad.
El condado de Merced y los residentes no están de acuerdo
La epidemióloga supervisora del condado de Merced, Kristynn Sullivan, dijo que a finales de junio dejaron de intentar notificar a los contactos de las personas contagiadas debido al incremento en el número de contagios, a la falta de personal y al alto nivel de exposición general de los residentes.
Aunque los funcionarios del condado dijeron que todavía están entrevistando a todas las personas contagiadas, solo notifican a sus lugares de trabajo y a los proveedores de atención de la salud, pero no a sus amigos, parientes ni a otras personas que estuvieron expuestas a ellos. No ha cumplido su requisito de tener 42 rastreadores, pero está contratando más.
Lo que están haciendo los condados de Merced y Orange “no es en modo alguno un rastreo de contactos”.
PERRY HALKITIS, DECANO DE LA FACULTAD DE SALUD PÚBLICA DE LA UNIVERSIDAD DE RUTGERS
La Directora de Salud Pública del Condado de Merced, Rebecca Nanyonjo-Kemp, insiste en que lo que su equipo está haciendo califica como rastreo de contactos, aunque no incluya avisar a los contactos, algo que el CDC considera un “principio fundamental”.
“Para que quede más claro, sí hacemos rastreo de contactos, aunque quizá no en la forma más tradicional”, dijo.
Añadió que “no estamos haciendo eso [avisar a los contactos] directamente” pero “hay un guion con el que trabajamos, aconsejando a las personas que avisen a quienes pudieran haber estado expuestos”.
Expresó, además, que los funcionarios del estado aprueban su sistema, pero se negó a proporcionar la documentación respectiva. La portavoz del departamento de salud del estado, Ali Bay, se negó a comentar sobre el condado de Merced.
Al menos cuatro residentes de dicho condado expresaron en entrevistas que el condado no les había preguntado sobre sus contactos.
Nancy Valladolid padecía de un fuerte dolor de cabeza, entre otros síntomas, por lo que se le hizo la prueba del coronavirus el 8 de julio y recibió el resultado positivo el 19 de julio.
Valladolid indicó, además, que recibió un comunicado del Condado de Merced apenas el 28 de julio. En este le preguntaron a dónde había ido, dónde trabajaba y cuáles eran sus síntomas, pero no los nombres ni los números de teléfono de las personas con las que estuvo en contacto.
Eligió ponerse en cuarentena e informó a WalMart, su empleador, ella misma. Pero cree que el retraso y la falta de comunicación podrían costar vidas.

“Si [el condado] se pusiera en contacto con nosotros, ayudaría a que otras personas no se expusieran al virus”, dijo Valladolid. “Siento que, tan pronto como vayas a hacerte la prueba, deberían contactarte de alguna manera y ver dónde estuviste, para que la gente sepa que estuviste allí y puedan ir a hacerse la prueba, o simplemente estar al tanto”.
Isabel Ayala, también de Merced, dijo que cuando dio positivo en marzo, el condado la puso bajo estrictas órdenes de cuarentena. Su familia y la de su hermana, así como sus padres, también se contagiaron con el virus.
Ayala indicó que el condado no le preguntó sobre sus contactos.
“Solo me preguntaron con quién vivo”, dijo Ayala. “Ni siquiera dónde trabajo. Nunca me pidieron números de teléfono, nada. A ninguno nos preguntaron dónde trabajamos o si hemos salido de la casa. Solo nos pusieron en cuarentena”.
“Para que quede más claro, sí hacemos rastreo de contactos, aunque quizá no en la forma más tradicional.”
REBECCA NANYONJO-KEMP, DIRECTORA DE SALUD PÚBLICA DEL CONDADO DE MERCED
Brenda, de 21 años, quien no quiso dar su apellido por temor a perder su trabajo, también dijo que el condado de Merced no la contactó. Se había hecho la prueba el 19 de julio después de haber estado expuesta a alguien en el trabajo y recibió su resultado positivo el 21 de julio. Se puso en cuarentena de inmediato.
También indicó que su madre, Ana, llamó repetidamente al condado para confirmar el resultado positivo y preguntar qué deben hacer. Ana informó que finalmente se logró comunicar con alguien del departamento de salud, quien le dijo que se pusiera en cuarentena, pero no preguntó nada sobre el paciente o sus contactos.
“Es como si no le dieran ninguna importancia a este virus”, dijo Ana.
Otro residente del condado de Merced, Hugo García, de 38 años, contrajo el virus a mediados de junio, al parecer en una planta procesadora de almendras en la que trabaja. Su madre también se contagió, y murió el 15 de julio. García dijo que los funcionarios de salud del condado no le preguntaron dónde trabajaba, adónde fue o cómo se enfermó, ni tampoco se pusieron en contacto con su madre o con otros miembros de la familia que estaban enfermos.
El departamento de salud del condado de Merced disputa lo que expresaron los residentes.

Nanyonjo-Kemp dijo que en marzo el condado tenía un diagrama de rastreo de contactos para el caso de Ayala, en el que sus rastreadores contactaron al menos a 10 personas. También dijo que García se sometió a una extensa entrevista el 20 de junio y presentó una carta de autorización en la que se indicaba que el 30 de junio ya no tenía síntomas. Indicó, además, que no podía proporcionar pruebas de ninguna de estas dos interacciones debido a las leyes de confidencialidad existentes.
Nanyonjo-Kemp reconoció que hubo un retraso en la comunicación con los pacientes. Indicó, también, que los resultados de las pruebas, debido a los atrasos, pueden demorar de siete a diez días, y luego podría tomar hasta tres días para que el condado se entere de un caso positivo antes de realizar la entrevista.
“Estamos haciendo lo mismo, si no un poco más” que lo que hace el condado de Fresno, acotó.
Pero, a diferencia de Merced, los condados vecinos de Fresno, Madera, San Benito y Stanislaus, que tienen una carga de trabajo cada vez mayor, dijeron a CalMatters que su personal se está comunicando con todos los contactos de las personas contagiadas.
El condado de Monterey tiene un número de casos similar al de Merced: 4,140 casos comparados con los 3,763 de Merced, y está obligado a contar con un número similar de rastreadores de contacto. Sin embargo, a diferencia de Merced, el condado de Monterey dice que ha estado rastreando los contactos de todos, desde su primer caso en marzo, a pesar del gran aumento que han visto, y cumple con la exigencia del número de rastreadores, mientras que Merced no. En la última semana, ha rastreado hasta 95 personas contagiadas por día, y hasta 144 casos por día, durante una oleada a principios de julio.
“Hasta ahora, seguimos en la labor”, dijo Karen Smith, oficial de información pública del departamento de salud del condado.
“El estado tiene interés en el resultado”
El senador estatal Richard Pan, pediatra y demócrata de Sacramento que preside el comité de salud, dijo que entiende que los condados se sientan inundados de trabajo y que los retrasos en los resultados de las pruebas complican el proceso. Pero cree que los condados deben tratar de rastrear y notificar a tantos contactos como sea posible.
“Estamos abrumados y no vamos a rastrear a todos los contactos, pero el rastreo también nos brinda información de dónde se originó el contagio”, dijo Pan.
Hay algunos indicios de que el estado brindará más ayuda a los gobiernos locales. El gobernador Gavin Newsom anunció que ocho condados del Valle Central recibirán una asistencia de 52 millones de dólares, en parte para la investigación de casos y el rastreo de contactos.
Considerando lo efectivo que puede ser el rastreo, el Dr. Jeffrey Martin, epidemiólogo de la Universidad de California en San Francisco, dijo que rastrear y notificar a los contactos sin duda vale la inversión.
“El estado tiene interés en lo relacionado a la salud en todos los condados”, dijo Martin. “No es solo un problema local”.
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